Soy Ale Aguilar. Nací en San Gregorio Atlapulco, un pueblo del sur de la Ciudad de México, donde no había teatros ni hospitales, pero sí una sensibilidad profunda por lo sagrado, lo invisible y lo comunitario. Crecí lejos de los centros de poder, en los márgenes, y eso marcó mi manera de ver el mundo.

Desde muy joven supe que quería crear. El teatro fue mi primer territorio de libertad. Pero también entendí pronto que para sostener mis proyectos necesitaba herramientas que no venían con la formación artística: gestión, estrategia y estructura. Por eso me profesionalicé, estudié artes escénicas y luego emprendí una ruta poco convencional: un diplomado en Empresa Social en la Ibero que me confrontó con el lugar que ocupamos las mujeres en la economía creativa.

Así fundé Matryoshka Red Creativa, un espacio para crear desde el feminismo, la colaboración y la emoción. Y luego Cuarto Propio, una agencia creativa y estratégica para proyectos culturales donde acompaño a artistas, mujeres y organizaciones a posicionarse sin dejar de ser ellas mismas.

Hoy, mis proyectos son una extensión de mi historia: nacen de la necesidad de justicia social en el mundo del arte, pero también del deseo de sanar, construir y acompañar a otras a tomar su voz, ocupar su espacio y crear con sentido proyectos que inspiren.